Resfriados en tortugas

Al igual que una persona coge un resfriado o una neumonía, las tortugas también son propensas a desarrollar infecciones respiratorias. Aunque las mascotas no se relacionen con otras tortugas que están enfermas, a menudo están sometidas a un entorno que puede hacer que se enfermen.

¿Cómo se resfría una tortuga?

Una de las razones más comunes por las que una tortuga contrae una infección respiratoria es debido a que su entorno es demasiado frío. Las temperaturas frías en un recinto para tortugas se deben a menudo a:

• Una bombilla o almohadilla térmica quemada.
• Una ventana o puerta con corrientes de aire.
• Un ventilador que sopla en la habitación donde está.
• Una noche inusualmente fría o un cambio drástico de temperatura
• Transportar a su tortuga cuando hace frío en el exterior también puede hacer que coja frío y enferme, así como compartir el espacio aéreo con una tortuga enferma.

Señales a tener en cuenta

Los signos más evidentes de una infección respiratoria en una tortuga son:

• Dificultad para respirar.
• Disminución de la energía.
• Falta de apetito.
• Natación ladeada.
• Imposibilidad de bucear.
• Respiración con la boca abierta.
• Silbidos al respirar.
• Secreciones o burbujas que salen de la boca, los ojos o las fosas nasales.

¿Qué gravedad tiene?

Un resfriado o una infección respiratoria pueden convertirse en neumonía y poner en peligro la vida de su tortuga. Si tu tortuga pasa más de unos días sin interesarse por la comida y/o muestra cualquier signo de estar resfriada, no debe ignorarlo.

Tratamiento para el resfriado

Lo primero y más importante es comprobar la temperatura del recinto de su tortuga tanto de día como de noche. Si se trata de un recinto grande, asegúrate también de comprobar si hay zonas frías en varias áreas. Lo más habitual es que la zona de asoleo no sea lo suficientemente cálida para tu tortuga o que el recinto se enfríe demasiado por la noche.

Piensa en cualquier cambio que haya experimentado su tortuga. Si ha ido al veterinario o a una nueva casa, se ha movido la jaula, ha cambiado la temperatura exterior de forma brusca, si ha habido apagones, etc.

En segundo lugar, soluciona los problemas que hayas encontrado. Si alguna bombilla se ha fundido o la temperatura del aire no es la que debería ser dentro del recinto de su tortuga, asegúrate de calentarla. A veces, el simple hecho de aumentar la temperatura del recinto hará que tu tortuga se sienta mejor hasta que pueda ser vista por un veterinario. Aumentar la humedad también ayuda a aflojar los restos del tracto respiratorio de tu tortuga, igual que un humidificador o vaporizador te ayuda a ti cuando estás resfriado.

Por último, programe una cita con su veterinario de exóticos ya que lo más probable es que necesite medicamentos seguros para las tortugas para combatir una infección. Dependiendo de la gravedad de la infección, el veterinario puede querer realizar estas y otras pruebas o puede sentirse cómodo probando primero con antibióticos.

No olvides colocar controlar siempre la temperatura del recinto de su tortuga. Compruébala en todos los de puntos a los que su tortuga puede llegar en el recinto en diferentes momentos del día, ya que pueden variar. Es posible que por la noche se enfríe demasiado cuando se apaga la luz de reposo o que haya un lugar fresco en la parte trasera del recinto debido a una corriente de aire. Corrige cualquier problema que encuentres en el habitáculo y asegúrate de mantener a tu tortuga caliente siempre que tengas que salir con ella para disminuir la probabilidad de que se resfríe.

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