Los gatos siguen teniendo el instinto de cazar de sus antepasados, por lo que con frecuencia quieren poner a punto sus uñas arañando muebles, cortinas o paredes. Sin embargo, es posible adiestrarlos para que no lo hagan en los lugares prohibidos. En este artículo de la Escuela de Veterinaria de Campus SEAS te contamos cómo enseñar a tu gato a no arañar. ¡Sigue leyendo!
¿Por qué a los gatos les gusta tanto arañar?
En primer lugar, es importante que entiendas por qué a tu gato le gusta tanto arañar. Lo principal es que no lo hace por malicia, sino que necesita afilar sus uñas y por eso araña determinados muebles.
En el caso de que arañe tu colchón, no es porque quiera echarte de tu cama, sino porque los gatos impregnan así de su olor el lugar en el que quieren dormir, pues se sienten más a gusto y ahuyentan a los intrusos. Otro objetivo típico de los gatos son tus zapatos, ya que están en constante movimiento y para ellos es un juego muy divertido.
Por último, otra de las obsesiones de los gatos puede ser morder y arañar tus manos. Por ello, desde pequeño debes acostumbrarlo a no hacerlo y enseñarle otros juguetes que sí puede morder, como pelotas o cuerdas.
Trucos para que tu gato no te arañe
Una vez sabidos los motivos de los arañazos, ahora sí, vamos a ver cómo enseñar a tu gato a no arañar. Uno de los trucos más sencillos es comprarle un rascador, que puede ser horizontal, vertical o ambivalente. Se trata de un objeto con forma de tronco que los gatos pueden usar para afilar sus uñas y evitar así que las afilen en otros lugares.
Lo ideal es que tengas el rascador desde que el gato es un cachorro, pues así siempre le resultará familiar y no lo verá como algo extraño. También es importante que sea estable para que no se mueva nunca. Para empezar, puedes atraer a tu gato al rascador mediante golosinas.
Por supuesto, otro consejo para evitar que tu gato no arañe es cubrir o esconder todo aquello que no quieres que arañe. Por ejemplo, puedes usar una funda cubre sofás para que no pueda arañarlo o mantener siempre cerrada la puerta de una habitación en la que no quieres que entre.
Para enseñar a tu gato a no arañar tus manos, debes evitar que juegue con ellas como si fuera una presa y, si las araña o muerde, grita al instante y cógelo de la nuca y llévalo hasta el suelo, como haría su madre. Así entenderá que lo que ha hecho está mal.
¿Y si no para de arañar?
En el caso de que los arañazos estén suponiendo un grave problema para tu casa, te puedes plantear cortarle las uñas. Para ello es importante que tengas en cuenta que debes usar un cortador de uñas específico para gatos y que solo debes cortarle las puntas, sin llegar nunca a la zona rosada. Eso sí, le volverán a crecer, por lo que es una tarea que tendrás que hacer periódicamente.
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