Cuando un nuevo cachorro llega a casa, una de las primeras cosas que debe aprender es qué cosas puede morder y qué cosas no. A ellos les cuesta distinguir si te están haciendo daño mientras juegan contigo, así que es importante dejarles claro que no deben morderte. Por ello, en este artículo de la Escuela de Veterinaria de Campus SEAS te contamos cómo enseñar a tu cachorro a no morder. ¡Vamos allá!
Premiar con snacks
El primer truco que puedes usar para enseñar a tu cachorro a no morder es premiar su buen comportamiento para que entienda que eso está bien hecho. En el caso contrario, que empiece a morder, deberás pararte por completo hasta que se tranquilice para que entienda que ya no estás jugando con él y que mordiendo no le vas a hacer caso.
Darle un objeto que sí pueda morder
En el caso de que le pilles mordiendo algo que no pueda morder, debes enseñarle que hay objetos con los que sí puede y otros con los que no. Por ejemplo, puedes quitarle ese objeto que no puede morder y darle uno de sus juguetes, que sí podrá morder. Así entenderá que el primero no se le permite, pero que con el segundo no hay ningún problema.
Asociar una palabra a la relajación
Cuando un cachorro es pequeño, es frecuente que no sepa manejar su excitación y, por tanto, no controle sus ganas de morder. En los momentos en los que esté demasiado nervioso puedes practicar diciéndole siempre la misma palabra para que se relaje. Esta puede ser ‘calma’ o ‘despacio’. Con el paso del tiempo, el cachorro relacionará esa palabra con que tiene que relajarse.
Evitar juegos bruscos
Cuando jugamos con nuestro perro a algo que le altere o le estrese excesivamente, es normal que le entren ganas de morder de la emoción. Por ello, acostúmbrale a jugar a juegos más tranquilos en los que la probabilidad de morder se reduzca. Al fin y al cabo, lo importante es jugar, sea de una manera o de otra.
Usar señales verbales
Puede ser interesante que el cachorro identifique el momento exacto en el que te ha hecho daño gritando ‘¡ay!’. Quédate unos segundos en silencio para que el cachorro se dé cuenta de que esa es la consecuencia de haberte mordido. Si vuelve a suceder en poco tiempo, puedes probar a salir de la habitación durante un minuto.
No reñirle
Por supuesto, uno de los aspectos que debes evitar cuando enseñes a tu cachorro a no morder es reñirle. Es posible que así el perro se sienta incentivado a jugar más bruscamente e, incluso, a volver a morder. Cuando una mordida suceda, lo mejor es mantener la calma y aplicar alguna de las técnicas que hemos explicado en este artículo.
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