¿Tu gato está perdiendo peso? La pérdida de peso involuntaria puede ocultar un problema de salud. Muchos propietarios piensan que la pérdida de peso es normal para los gatos mayores. Sin embargo, esto no es así. Es primordial tomar medidas si empiezas a notar que una pérdida de peso inexplicable.
Cómo saber si tu gato está perdiendo peso
A veces es difícil saber si un gato está perdiendo peso, ya que esto puede suceder de manera gradual. Si tu gato tiene mucho pelo o solía tener un poco de sobrepeso, entonces puede ser incluso más difícil saber cuándo se ha producido la pérdida de peso.
Para evaluar la condición corporal de un gato, comienza por mirar el cuerpo de tu gato desde arriba. Con un peso ideal, debe haber un pliegue en la cintura que sea notable pero no extremo. A continuación, pase las manos por los costados de su gato. Las costillas deben ser palpables con una fina capa de grasa. Si las costillas se sienten muy prominentes y visibles, es probable que su gato tenga bajo peso.
Causas de la pérdida de peso
En la mayoría de los casos, los gatos pierden peso cuando no comen lo suficiente. Sin embargo, algunas enfermedades provocan pérdida de peso a pesar de que se alimenten correctamente. En función de la causa, la pérdida de peso puede acompañar o no a otros signos de enfermedad. Algunas de ellas son:
Hipertiroidismo. Esta es una enfermedad relativamente común que afecta con mayor frecuencia a los gatos de más edad. Los gatos que padecen hipertiroidismo producen demasiada hormona tiroidea a causa del agrandamiento de la glándula tiroides. Este agrandamiento generalmente es causado por un tumor benigno que crece en la tiroides. Los signos para detectar esto además de la pérdida de peso, aumentan el apetito, el aumento de la sed y la micción. Aunque también pueden darse casos de vómitos, diarrea e hiperactividad. El pelaje puede parecer descuidado y grasiento.
Enfermedad renal crónica. La enfermedad renal crónica es una de las enfermedades más comunes que se observan en los gatos mayores. Los riñones producen hormonas importantes, filtran los desechos de la sangre, ayudan a regular la presión arterial y facilitan la producción de nuevos glóbulos rojos. Cuando los riñones de un gato dejan de funcionar correctamente, se produce una variedad problemas. El aumento de la sed y la micción se encuentran entre los primeros signos que indican que un gato tiene problemas renales, seguidos de pérdida de apetito, pérdida de peso y letargo.
Diabetes. Es otra dolencia común que puede afectar a los gatos. Este trastorno endocrino afecta la capacidad del páncreas para producir insulina. La diabetes generalmente se controla con insulina y un cambio en la dieta. Se pueden usar otros medicamentos. Algunos gatos incluso volverán a la normalidad después de varios meses de tratamiento.
Problemas gastrointestinales. Cualquier problema en el tracto gastrointestinal puede afectar el peso de un gato. Pueden reducir el apetito, que tenga dificultad en digerir los alimentos adecuadamente. A veces, puede incluir parásitos intestinales, enfermedad inflamatoria intestinal, pancreatitis y otros problemas pancreáticos. El tratamiento de los parásitos gastrointestinales puede ser tan simple como desparasitar al gato. Otros problemas gastrointestinales generalmente requieren medicamentos y cuidados de apoyo.
Problemas dentales. Los problemas orales y dentales pueden causar un dolor extremo, disminuir el apetito y provocar una pérdida de peso. Puede detectarse por el mal aliento, babeo, se manosea la boca o incluso sangrado bucal. El primer paso del tratamiento será ponerle anestesia y hacer una limpieza dental, un examen, así como el tratamiento que determine su veterinario.
Cáncer. Al igual que las personas, los gatos pueden contraer cáncer en casi cualquier parte de su cuerpo. El cáncer puede verse o no en forma de tumor. El linfoma es uno de los cánceres comunes que se observan en los gatos y puede vivir en el tracto gastrointestinal, la boca, el sistema linfático y más.
Estrés. Cualquier factor de estrés ambiental puede provocar ansiedad y estrés en tu gato. La reducción del apetito es un signo común de estrés y eventualmente conducirá a la pérdida de peso.
Existen otros problemas que pueden provocar pérdida de peso, de ahí que el diagnóstico deba realizarlo un veterinario.
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